domingo, 1 de diciembre de 2013

VISTAS DEL RÍO ROBORÉ

RÍO ROBORÉ.

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RÍO ROBORÉ.

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RÍO ROBORÉ.

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DIAGNÓSTICO AMBIENTAL PRELIMINAR DE ROBORÉ



DIAGNÓSTICO AMBIENTAL PRELIMINAR DE ROBORÉ

Milton Suárez Montero

La imagen LANDSAT 8 que se utilizó para este cometido fue gentilmente cedida a través de internet por el Servicio Geológico de los EE.UU la que ha permitido realizar un rastreo de gran parte de las áreas circunvecinas de la ciudad de Roboré y elaborar, en algunos casos, hipótesis sobre aspectos que pueden ser de interés para conocimiento de la población.
Se debe dejar en claro que las opiniones aquí vertidas son el resultado del reconocimiento de la imagen del LANDSAT 8 únicamente, lo que permitió una observación detenida de la misma, su análisis e interpretación de los principales rasgos del terreno; no obstante la mayoría de esas interpretaciones no dejan de ser, por el momento, más que meras hipótesis que precisan ser confirmadas o desechadas con verificaciones en el terreno mismo; lo que por el momento solamente es únicamente una información preliminar.
La red hidrográfica es compleja y muchos de los  cursos de agua son desconocidos por el autor de la presente comunicación, tan solo se cita, con cierto grado de precisión, los que el mismo conoció durante su vivencia en su pueblo natal. Si se incurre en algún error en la denominación o no asignación del nombre correcto es por esa razón únicamente.
El motivo que me ha movido realizar esta pequeña investigación rápida es porque creo que existen dudas, por ejemplo  de las causas de disminución de agua de la laguna Sucuará, el por qué de las aguas termales de Aguas Calientes, aunque debe haber algunas opiniones  sobre la génesis de esos dos temas que no los conozco, pero si los hubiera los respeto. Otros argumentos que se han obtenido es el preocupante crecimiento de la mancha urbana hacia la serranía, etc., etc.
POSIBLE ORIGEN DE LAS TERMAS DE AGUAS CALIENTES
Tal vez una de las curiosidades más llamativas, tanto de los visitantes turistas como de los propios lugareños es desentrañar o averiguar el porqué de las aguas termales en este lugar. Seguramente muchos de ustedes ya han elaborado una idea de cuál pudiera ser el origen de ellas, las mismas que pueden ser válidas.
Las termas de Aguas Calientes distan aproximadamente 30 km de la ciudad de Robore y como principal vía de acceso la carretera asfaltada Roboré Puerto Quijarro, está definida por las siguientes coordenadas geográficas: 18º, 27´,05” de latitud sur y 59º, 30´, 46” de longitud al Oeste del Meridiano Principal.
De la observación e interpretación de la imagen LANDSAT 8 se desprende la existencia de un gran lineamiento regional o megafalla estructural de dirección noroeste – sudeste desde aproximadamente las alturas de la localidad de Limoncito y, que va descendiendo en la misma dirección acercándose a Roboré en los barrios 3 de Mayo y San José Obrero para continuar hasta el cruce de la carretera principal con el camino a Santiago de Chiquitos lugar donde recibe las aguas del río Tayoy y se hunde, quedando cubierta por los  sedimentos sueltos provenientes de las partes altas de la serranía.
Sin embargo, se presume que esta dislocación tectónica o falla geológica continúa con el mismo rumbo hasta clavarse profundamente en el lugar mismo de las termas de Aguas Calientes, donde posiblemente por la máxima profundidad alcanzada encuentra una cámara magmática de altas temperaturas, la misma que calienta las aguas superficiales que llegaron por escurrimiento hasta esa profundidad, ascendiendo luego en forma de vapor (originando los hervores) que al ponerse en contacto con la atmósfera (con el medio exterior) origina el manantial térmico. También puede deberse a que la temperatura aumenta conforme se desciende en profundidad, conocido este fenómeno como el “gradiente geotérmico”; que por término medio la temperatura se eleva 1º por cada 33 m de profundidad. Se descarta hasta este momento que las aguas termales de Aguas Calientes tengan un origen volcánico ya que no existen  evidencias de vulcanismo en el lugar.
Existe otra dislocación tectónica o falla geológica al noreste de la localidad de Aguas Calientes (antes Florida, posteriormente propiedad de don José Flores) de la misma característica que la descrita precedentemente con dirección casi oeste – este y que recorta profundamente el pie de la serranía. Posiblemente esta estructura geológica tenga las mismas connotaciones que la anteriormente  descrita, aunque no se tiene evidencia que origine otra fuente de aguas termales.
 Según Ahlfeld, 1969, señala que la temperatura de las aguas del manantial de Aguas Calientes  es de 39ºC, aproximadamente, relacionada con la gran dislocación geológica que acompaña a la serranía de Santiago por el lado sur. Según ese valor de 39ºC las termas del lugar son de tipo “mesotermal”, es decir de temperatura media.
El río Aguas Caliente recibe un tributario muy importante del sector norte proveniente de las alturas de Santiago de Chiquito, el río Potrenoma, que después de cierto recorrido desemboca directamente en el lugar de las termas. Posiblemente sean las aguas de este afluente las que se calientan en el foco ígneo y que después afloran con la temperatura correspondiente conocida.
PROBABLE  CAUSA DE LA PÉRDIDA DE AGUA DE LA LAGUNA SUCUARÁ
Esta depresión del terreno otrora colmatada por abundante agua y lugar de pesca se ha reducido en los últimos tiempo en habitad de plantas acuáticas como el junquillo (Cyperus giganteus) y otras especies invasoras que cubren la superficie de la poca cantidad de agua que le queda.
La laguna de Sucuará se localiza a pocos kilómetros al sur de la población de Roboré en el trayecto que une Roboré con los fortines de Suárez Arana y Ravelo. Un punto medio de la laguna determinó las siguientes coordenadas geográficas: 18º,22’, 08”  de latitud sur y 059º, 45’, 52” de longitud al oeste del Meridiano Principal.
De la imagen de satélite se ha podido identificar dos cursos de agua que proceden de la serranía de las alturas entre Chochis y Limoncito, los mismos que se los puede seguir con mucha claridad siguiendo el  cauce a través del bosque de galería que contiene, aproximándose a las comunidades de San Pedro y San Carlos, tomando el nombre de este último, para luego dirigirse zigzagueando con dirección sur que finalmente cede sus aguas a la laguna Sucuará. A mitad de su recorrido el río San Carlos pareciera que se insume formando humedales similares a los de Altamira y San Manuel cubiertos por abundante vegetación gramináceas y otras plantas.
Las imágenes Landsat obtenidas entre los años 1987 y 1989 todavía muestran a la laguna con abundante agua; sin embargo, en la actualidad se ha reducido considerablemente el nivel del espejo de agua y ello es una preocupación de entidades interesadas en la conservación de dicho cuerpo de agua  por su interés turístico y recreacional de la población de Roboré.
Probablemente la causa por la cual la laguna de Sucuará haya disminuido ostensiblemente su volumen de agua se deba, de acuerdo a esta interpretación, al bajo aporte de sus tributarios procedentes del sector de Chochís y Limoncito cuyos valles fueron rellenados, tal vez, por las inundaciones ocurridas en 1979 y a obras de ingeniería posteriores para restaurar la línea férrea. En el borde sur de la laguna se distingue nítidamente el desagüe de la laguna  a través de un pequeño arroyo efluente que viene del lado Oeste (Qda. Toroca, según IGM) cuyo aporte hídrico lo cede al río Roboré para luego continuar  hacia el Este con el nombre de San Rafael hasta unirse con el rio Aguas Calientes  hacia la cuenca del río Tucabaca (del chiquitano Otucabax hace referencia al ave Tapacaré), bañados de Otuquis y, definitivamente al río Paraguay. Por otro lado, esa disminución del nivel de las aguas ha provocado, como ya se dijo, precedentemente, a la proliferación e invasión de plantas hidrofitas que cubren la superficie del agua, lo que induce a una fuerte “evaporación” de la poca agua contenida.
Si nuestra deducción fuera evidente, la solución que se pretende dar al restablecimiento de la importancia de Sucuará de épocas pasadas, sería  mejorar el cauce de los ríos tributarios procedentes de Chochís y Limoncito (San Carlos) mediante dragado y otro afluente que procede del lado occidental que parece ser un buen tributario donde aparentemente los cauces o lecho de estos tributarios se encuentran azolvados, atarquinados o rellenados por abundantes sedimentos; además se debe eliminar, de la extensión de la laguna, la exuberante vegetación que la cubre; así como resguardar la vegetación del perímetro de la laguna evitando que los usuarios de la tierra la eliminen y se adentren demasiado a ella.
UN HECHO PREOCUPANTE
En la imagen de satélite que hemos rastreado se constata que el río Roboré hacia el sur  fuera del contorno urbano de la ciudad, exactamente allí donde los ríos San Luis y Uraciviquia se unen al curso principal del rio en las coordenadas geográficas de 18º 21´ 39” de latitud sur; 59º 45´ 7” al oeste, las aguas del río Roboré se  convierten en pequeños hilos de agua que discurren dibujando un diseño trenzado sorteando los espesos sedimentos arenosos a lo largo de su curso, depositados éstos por la falta de capacidad o fuerza de transporte de la corriente. De esta manera  transcurre el río Roboré lerdamente por varios kilómetros en su tránsito hacia el sur.
Situación preocupante para las comunidades que puedan existir a lo largo del curso del río Roboré, como la comunidad de San Rafael y otras,  sino también para la fauna, tanto terrestre como acuática y otros componentes del ecosistema natural.
Me imagino que en la actualidad el tramo mencionado del río Roboré se constituye, para los camiones areneros, en la cantera de extracción de dicho material, porque el líquido elemento prácticamente desapareció. Lo propio sucede con el caudal de los ríos Uraciviquia y San Luis en su trayecto hacia el río Roboré que en el momento que abandonan la serranía se reduce grandemente el contenido hídrico de ambos ríos dejando solamente material grueso sedimentado, como arena, básicamente.
Se ha podido observar también, particularmente en los cursos bajos de los ríos Uraciviquia y San Luis que no se cumple con la norma de la Ley Forestal de respetar 20 metros a ambos lados de las márgenes del cauce o lecho del río la vegetación ribereña, lo que en grandes inundaciones o avenidas estas pueden causar graves desastres imprevisibles.
EL RÍO SAN MANUEL
Este curso de agua tiene sus cabeceras o nacientes en la serranía misma de Roboré con un volumen de agua relativamente significativo que poco antes de salir de la montaña es represado por el balneario de bañistas del mismo nombre. En su parte superior la cuenca se halla muy bien protegida por un bosque de galería; no obstante, la expansión con fines agrícolas y ganaderos han desbrozado la cubierta vegetal en un determinado sector.
A partir de ese lugar y después de cruzar la línea del ferrocarril el caudal del río decrece significativamente y su llanura de inundación se convierte en un amplio humedal dentro del cual la línea de drenaje del río en muchos sectores desaparece por haberse sumergido en una verdadera alfombra de vegetación graminácea, esencialmente. A ambos lados del cauce ya se han habilitado áreas con actividades, particularmente ganaderas.
Finalmente, el río San Manuel después de su recorrido cede su mínimo volumen de agua al río Robore al sur del hospital Germán Vaca Diez, exactamente en las coordenadas geográficas siguientes. 18º 21´ 05” de latitud sur y 59º 45’ 07”.
Es importante destacar la importancia del humedal formado por el río San Manuel en la prospección de aguas  subterráneas y como área de pastoreo para el ganado. Este espacio no debe ser urbanizado ya que su mejor uso sostenible es para uso ganadero y explotación de recursos hídricos subterráneos.       
EL MAYOR CRECIMIENTO DE LA MANCHA URBANA
Años atrás la línea del ferrocarril era un límite referencial hasta donde llegaba la urbanización del pueblo de Roboré; al mismo tiempo este borde en la actualidad es el límite o punto de partida del avance de la mancha urbana hacia la serranía.
Los siguientes sectores son los que muestran los mayores desarrollos del crecimiento urbanístico de la ciudad:
·         Las jurisdicciones de los barrios de San Francisco y 15 de Agosto en la margen izquierda del rio Roboré ascienden a pasos agigantados la cuesta de la serranía en dirección al calvario. La imagen de satélite muestra un camino,  si puede llamarse así, más bien un sendero  que conduce a puestos de avanzada donde se puede apreciar  el espacio abierto y la vivienda, posiblemente propiedad de algún ciudadano de Roboré.
A este ritmo, la invasión irresponsable al ecosistema de la serranía, fuente de agua y vida de Roboré, el parcelamiento y establecimiento de sectores urbanizados y, sin que autoridad alguna ponga límite a esta situación, los lugares señalados como puestos adelantados, serán los nuevos barrios de la ciudad.  

·         El distrito 3 de Mayo ubicado en el espacio entre el río Roboré y el río Uraciviquia en tiempos idos  las únicas construcciones que existían eran las viviendas familiares de los empleados de la Comisión Mixta Boliviano Brasilera y  no respondían a un plan de urbanización donde el sector más alejado era la “Escuela Román Hijo” y algunas viviendas rústicas en los alrededores de los talleres de la maestranza.
Los espacios donde se encuentra actualmente la iglesia San Antonio y la plaza del mismo nombre estaban cubiertas por abundante vegetación y un pequeño sendero a través del monte unía la estación central con las viviendas de los empleados. El único espacio abierto que existía en aquel tiempo y, que actualmente se conserva, es el campo deportivo para la práctica del futbol.
Definitivamente la línea férrea como punto de referencia para el  avance y expansión de la mancha urbana hacia la ocupación de la serranía, ha jugado un rol muy decisivo. Del mismo modo como en el caso anterior el  barrio 3 de Mayo  se ha expandido rápidamente cuesta arriba de las laderas de la serranía y, que esa codicia puede continuar ya que aparentemente es un negocio lucrativo para loteadores y otros, sin medir las consecuencias futuras, inclusive hasta ubicarse en la vera  derecha de la cuenca media del río Uraciviquia.
·         No podemos decir menos de lo que sucede con el barrio San José Obrero comprendido entre los ríos Uraciviquia y San Luis: avance inexorable a ocupar las fuertes pendientes de la indefensa serranía y la principal angurria será aproximarse más y más al chorro de San Luis que puede ser una mercancía muy lucrativa para los traficantes de terreno.

EL HUMEDAL DE ALTAMIRA
Se entiende por humedal a un ecosistema caracterizado por la presencia de agua en forma de pantanos y con abundante vegetación acuática que recibe un aporte hídrico, lo acumula y luego cede en forma lenta a otro curso de agua. Son de mucha importancia por el tipo de vegetación que contienen como alimento forrajero y como fuente de aguas subterráneas.
Antiguamente los humedales eran drenados por ser considerados una simple inundación de los terrenos, pero hoy en día se sabe que los humedales representan un gran ecosistema y se los valora más. El carácter distintivo de los humedales está en la escasa profundidad del nivel freático, con la consecuente alteración del régimen del suelo. La vegetación específicamente adaptada a estas condiciones se denomina hidrófita.
En épocas pasadas en Roboré el lugar conocido como Altamira era sinónimo de terreno permanentemente inundado con abundante vegetación acuática; algunos sectores impedían el libre tránsito entre el pueblo y algunos vecinos que habitaban la otra banda y, para alcanzar la otra orilla se utilizaban tablones de madera como puente de acceso.
La ruta al aeropuerto se la hacía por la calle que conectaba el pueblo con el cementerio antiguo salvando las aguas de Altamira a través de una alcantarilla de tubo corrugado que permitía llegar, tanto al campo santo como a la terminal aeroportuaria. Hoy la ruta al aeródromo es más directa.
La humedad expandida hacia la margen que da hacia el pueblo permitía el crecimiento de una verdadera cubierta cespitosa de gramíneas, lugar donde se habilitó el primer campo deportivo para prácticas de futbol. Todavía recuerdo cuando niño haber presenciado algunos encuentros realizados en el lugar entre equipos de jóvenes entusiastas. 
Actualmente esa situación cambió totalmente y el humedal de Altamira ha sido drenado para habilitar espacios urbanizados desconociendo que los humedales representan un gran ecosistema donde la función principal del mismo, fuera de ser un gran ecosistema, se trata de un significativo hábitat para muchos seres vivo, ya que los humedales actúan como filtradores naturales de agua, esto se debe a que sus plantas hidrófitas, gracias a sus tejidos, almacenan y liberan agua, y de esta forma hacen un proceso de filtración.
El humedal de Altamira, de acuerdo a la imagen satelital, recibe aguas de una pequeña quebrada cuya cabecera se halla en la serranía de Roboré  cubierta por un interesante bosque de galería y, que al encontrar el terraplén de la línea férrea, aparentemente se insume o lo traspasa por medio de alcantarilla situación que parece lo correcto; sin embargo, algo de ese caudal, particularmente en época de crecidas por insuficiencia del canal de desagüe, fuese desviado siguiendo la gradiente del terreno y paralelo al terraplén de la vía férrea  hacia el Naciente, en dirección al río Roboré.
Por la canalización ejecutada del curso de la corriente, el cuerpo de agua del humedal de Altamira disminuyó cuantiosamente y ya no es el de épocas pasadas como se relató líneas arriba, lo que ha permitido ampliar los planes de urbanización y facilitar algunos accesos a otros espacios. No obstante esa nueva situación, las zonas de humedad observadas en la fotografía de satélite están definiendo la trayectoria del curso de agua que baja de las alturas y que afectan a muchos bloques (cuadras, manzanos) del diseño urbanístico de la ciudad mostrando espacios vacíos sin edificaciones; lo que significa que en temporada de lluvias esos espacios son anegados y que en período de aguas bajas tienen el nivel freático de aguas subterráneas alto, muy cerca a la superficie, que  dificultan la construcción de inmuebles.  
Finalmente, tanto en el pasado como hoy la escorrentía del río de Altamira cede su caudal al río San Manuel después de un largo recorrido de norte a sur apegado a la parte occidental de la ciudad.
Conclusión: tanto el humedal del río San Manuel como el de Altamira son los acuíferos de aguas subterráneas más importantes que tiene Roboré y la explotación de ese recurso hídrico será la solución en un futuro inmediato para ampliar el caudal de la distribución del líquido elemento a sus habitantes conforme crezca la población.