DIAGNÓSTICO
AMBIENTAL PRELIMINAR DE ROBORÉ
Milton Suárez Montero
La imagen LANDSAT 8
que se utilizó para este cometido fue gentilmente cedida a través de internet
por el Servicio Geológico de los EE.UU la que ha permitido realizar un rastreo
de gran parte de las áreas circunvecinas de la ciudad de Roboré y elaborar, en
algunos casos, hipótesis sobre aspectos que pueden ser de interés para
conocimiento de la población.
Se debe dejar en claro
que las opiniones aquí vertidas son el resultado del reconocimiento de la
imagen del LANDSAT 8 únicamente, lo que permitió una observación detenida de la
misma, su análisis e interpretación de los principales rasgos del terreno; no
obstante la mayoría de esas interpretaciones no dejan de ser, por el momento,
más que meras hipótesis que precisan ser confirmadas o desechadas con
verificaciones en el terreno mismo; lo que por el momento solamente es
únicamente una información preliminar.
La red hidrográfica es
compleja y muchos de los cursos de agua
son desconocidos por el autor de la presente comunicación, tan solo se cita,
con cierto grado de precisión, los que el mismo conoció durante su vivencia en
su pueblo natal. Si se incurre en algún error en la denominación o no
asignación del nombre correcto es por esa razón únicamente.
El motivo que me ha movido realizar esta pequeña investigación rápida es
porque creo que existen dudas, por ejemplo de las causas de disminución de agua de la
laguna Sucuará, el por qué de las aguas termales de Aguas Calientes, aunque debe
haber algunas opiniones sobre la génesis
de esos dos temas que no los conozco, pero si los hubiera los respeto. Otros argumentos
que se han obtenido es el preocupante crecimiento de la mancha urbana hacia la
serranía, etc., etc.
POSIBLE ORIGEN DE LAS TERMAS DE
AGUAS CALIENTES
Tal vez una de las curiosidades más llamativas, tanto de los visitantes
turistas como de los propios lugareños es desentrañar o averiguar el porqué de
las aguas termales en este lugar. Seguramente muchos de ustedes ya han
elaborado una idea de cuál pudiera ser el origen de ellas, las mismas que
pueden ser válidas.
Las termas de Aguas Calientes distan aproximadamente 30 km de la ciudad de
Robore y como principal vía de acceso la carretera asfaltada Roboré Puerto
Quijarro, está definida por las siguientes coordenadas geográficas: 18º,
27´,05” de latitud sur y 59º, 30´, 46” de longitud al Oeste del Meridiano Principal.
De la observación e interpretación de la imagen LANDSAT 8 se desprende la
existencia de un gran lineamiento regional o megafalla estructural de dirección
noroeste – sudeste desde aproximadamente las alturas de la localidad de
Limoncito y, que va descendiendo en la misma dirección acercándose a Roboré en
los barrios 3 de Mayo y San José Obrero
para continuar hasta el cruce de la carretera principal con el camino a
Santiago de Chiquitos lugar donde recibe las aguas del río Tayoy y se hunde, quedando
cubierta por los sedimentos sueltos
provenientes de las partes altas de la serranía.
Sin embargo, se presume que esta dislocación tectónica o falla geológica
continúa con el mismo rumbo hasta clavarse profundamente en el lugar mismo de
las termas de Aguas Calientes, donde posiblemente por la máxima profundidad
alcanzada encuentra una cámara magmática de altas temperaturas, la misma que
calienta las aguas superficiales que llegaron por escurrimiento hasta esa
profundidad, ascendiendo luego en forma de vapor (originando los hervores) que
al ponerse en contacto con la atmósfera (con el medio exterior) origina el
manantial térmico. También puede deberse a que la temperatura aumenta conforme
se desciende en profundidad, conocido este fenómeno como el “gradiente
geotérmico”; que por término medio la temperatura se eleva 1º por cada 33 m de
profundidad. Se descarta hasta este momento que las aguas termales de Aguas
Calientes tengan un origen volcánico ya que no existen evidencias de vulcanismo en el lugar.
Existe otra dislocación tectónica o falla geológica al noreste de la
localidad de Aguas Calientes (antes Florida, posteriormente propiedad de don
José Flores) de la misma característica que la descrita precedentemente con
dirección casi oeste – este y que recorta profundamente el pie de la serranía.
Posiblemente esta estructura geológica tenga las mismas connotaciones que la
anteriormente descrita, aunque no se
tiene evidencia que origine otra fuente de aguas termales.
Según Ahlfeld, 1969, señala que la
temperatura de las aguas del manantial de Aguas Calientes es de 39ºC, aproximadamente, relacionada con
la gran dislocación geológica que acompaña a la serranía de Santiago por el
lado sur. Según ese valor de 39ºC las termas del lugar son de tipo
“mesotermal”, es decir de temperatura media.
El río Aguas Caliente recibe un tributario muy importante del sector norte
proveniente de las alturas de Santiago de Chiquito, el río Potrenoma, que después
de cierto recorrido desemboca directamente en el lugar de las termas.
Posiblemente sean las aguas de este afluente las que se calientan en el foco ígneo y que después afloran con la
temperatura correspondiente conocida.
PROBABLE CAUSA DE LA PÉRDIDA DE AGUA DE LA LAGUNA SUCUARÁ
Esta depresión del terreno otrora colmatada por abundante agua y lugar de
pesca se ha reducido en los últimos tiempo en habitad de plantas acuáticas como
el junquillo (Cyperus giganteus) y
otras especies invasoras que cubren la superficie de la poca cantidad de agua
que le queda.
La laguna de Sucuará se localiza a pocos kilómetros al sur de la población
de Roboré en el trayecto que une Roboré con los fortines de Suárez Arana y
Ravelo. Un punto medio de la laguna determinó las siguientes coordenadas
geográficas: 18º,22’, 08” de latitud sur
y 059º, 45’, 52” de longitud al oeste del Meridiano Principal.
De la imagen de satélite se ha podido identificar dos cursos de agua que
proceden de la serranía de las alturas entre Chochis y Limoncito, los mismos
que se los puede seguir con mucha claridad siguiendo el cauce a través del bosque de galería que
contiene, aproximándose a las comunidades de San Pedro y San Carlos, tomando el
nombre de este último, para luego dirigirse zigzagueando con dirección sur que
finalmente cede sus aguas a la laguna Sucuará. A mitad de su recorrido el río San
Carlos pareciera que se insume formando humedales similares a los de Altamira y
San Manuel cubiertos por abundante vegetación gramináceas y otras plantas.
Las imágenes Landsat obtenidas entre los años 1987 y 1989 todavía muestran
a la laguna con abundante agua; sin embargo, en la actualidad se ha reducido
considerablemente el nivel del espejo de agua y ello es una preocupación de
entidades interesadas en la conservación de dicho cuerpo de agua por su interés turístico y recreacional de la
población de Roboré.
Probablemente la causa por la cual la laguna de Sucuará haya disminuido
ostensiblemente su volumen de agua se deba, de acuerdo a esta interpretación,
al bajo aporte de sus tributarios procedentes del sector de Chochís y Limoncito
cuyos valles fueron rellenados, tal vez, por las inundaciones ocurridas en 1979
y a obras de ingeniería posteriores para restaurar la línea férrea. En el borde
sur de la laguna se distingue nítidamente el desagüe de la laguna a través de un pequeño arroyo efluente que
viene del lado Oeste (Qda. Toroca, según IGM) cuyo aporte hídrico lo cede al
río Roboré para luego continuar hacia el
Este con el nombre de San Rafael hasta unirse con el rio Aguas Calientes hacia la cuenca del río Tucabaca (del
chiquitano Otucabax hace referencia al ave Tapacaré), bañados de Otuquis y,
definitivamente al río Paraguay. Por otro lado, esa disminución del nivel de
las aguas ha provocado, como ya se dijo, precedentemente, a la proliferación e
invasión de plantas hidrofitas que cubren la superficie del agua, lo que induce
a una fuerte “evaporación” de la poca
agua contenida.
Si nuestra deducción fuera evidente, la solución que se pretende dar al
restablecimiento de la importancia de Sucuará de épocas pasadas, sería mejorar el cauce de los ríos tributarios procedentes
de Chochís y Limoncito (San Carlos) mediante dragado y otro afluente que
procede del lado occidental que parece ser un buen tributario donde
aparentemente los cauces o lecho de estos tributarios se encuentran azolvados,
atarquinados o rellenados por abundantes sedimentos; además se debe eliminar,
de la extensión de la laguna, la exuberante vegetación que la cubre; así como
resguardar la vegetación del perímetro de la laguna evitando que los usuarios
de la tierra la eliminen y se adentren demasiado a ella.
UN HECHO PREOCUPANTE
En la imagen de satélite que hemos rastreado se constata que el río Roboré
hacia el sur fuera del contorno urbano
de la ciudad, exactamente allí donde los ríos San Luis y Uraciviquia se unen al
curso principal del rio en las coordenadas geográficas de 18º 21´ 39” de
latitud sur; 59º 45´ 7” al oeste, las aguas del río Roboré se convierten en pequeños hilos de agua que
discurren dibujando un diseño trenzado sorteando los espesos sedimentos
arenosos a lo largo de su curso, depositados éstos por la falta de capacidad o
fuerza de transporte de la corriente. De esta manera transcurre el río Roboré lerdamente por varios
kilómetros en su tránsito hacia el sur.
Situación preocupante para las comunidades que puedan existir a lo largo
del curso del río Roboré, como la comunidad de San Rafael y otras, sino también para la fauna, tanto terrestre
como acuática y otros componentes del ecosistema natural.
Me imagino que en la actualidad el tramo mencionado del río Roboré se
constituye, para los camiones areneros, en la cantera de extracción de dicho
material, porque el líquido elemento prácticamente desapareció. Lo propio
sucede con el caudal de los ríos Uraciviquia y San Luis en su trayecto hacia el
río Roboré que en el momento que abandonan la serranía se reduce grandemente el
contenido hídrico de ambos ríos dejando solamente material grueso sedimentado,
como arena, básicamente.
Se ha podido observar también, particularmente en los cursos bajos de los
ríos Uraciviquia y San Luis que no se cumple con la norma de la Ley Forestal de
respetar 20 metros a ambos lados de las márgenes del cauce o lecho del río la
vegetación ribereña, lo que en grandes inundaciones o avenidas estas pueden
causar graves desastres imprevisibles.
EL RÍO SAN MANUEL
Este curso de agua tiene sus cabeceras o nacientes en la serranía misma de
Roboré con un volumen de agua relativamente significativo que poco antes de
salir de la montaña es represado por el balneario de bañistas del mismo nombre.
En su parte superior la cuenca se halla muy bien protegida por un bosque de
galería; no obstante, la expansión con fines agrícolas y ganaderos han
desbrozado la cubierta vegetal en un determinado sector.
A partir de ese lugar y después de cruzar la línea del ferrocarril el
caudal del río decrece significativamente y su llanura de inundación se
convierte en un amplio humedal
dentro del cual la línea de drenaje del río en muchos sectores desaparece por
haberse sumergido en una verdadera alfombra de vegetación graminácea,
esencialmente. A ambos lados del cauce ya se han habilitado áreas con
actividades, particularmente ganaderas.
Finalmente, el río San Manuel después de su recorrido cede su mínimo
volumen de agua al río Robore al sur del hospital Germán Vaca Diez, exactamente
en las coordenadas geográficas siguientes. 18º 21´ 05” de latitud sur y 59º 45’
07”.
Es importante destacar la importancia del humedal formado por el río San Manuel en la prospección de
aguas subterráneas y como área de
pastoreo para el ganado. Este espacio no debe ser urbanizado ya que su mejor
uso sostenible es para uso ganadero y explotación de recursos hídricos
subterráneos.
EL MAYOR CRECIMIENTO DE LA MANCHA
URBANA
Años atrás la línea
del ferrocarril era un límite referencial hasta donde llegaba la urbanización
del pueblo de Roboré; al mismo tiempo este borde en la actualidad es el límite
o punto de partida del avance de la mancha urbana hacia la serranía.
Los siguientes sectores son los que muestran los mayores desarrollos del
crecimiento urbanístico de la ciudad:
·
Las
jurisdicciones de los barrios de San
Francisco y 15 de Agosto en la margen izquierda del rio Roboré ascienden a
pasos agigantados la cuesta de la serranía en dirección al calvario. La imagen
de satélite muestra un camino, si puede
llamarse así, más bien un sendero que
conduce a puestos de avanzada donde se puede apreciar el espacio abierto y la vivienda,
posiblemente propiedad de algún ciudadano de Roboré.
A este ritmo, la invasión irresponsable al
ecosistema de la serranía, fuente de agua y vida de Roboré, el parcelamiento y
establecimiento de sectores urbanizados y, sin que autoridad alguna ponga
límite a esta situación, los lugares señalados como puestos adelantados, serán
los nuevos barrios de la ciudad.
·
El distrito 3 de Mayo ubicado en el espacio entre
el río Roboré y el río Uraciviquia en tiempos idos las únicas construcciones que existían eran
las viviendas familiares de los empleados de la Comisión Mixta Boliviano
Brasilera y no respondían a un plan de urbanización
donde el sector más alejado era la “Escuela Román Hijo” y algunas viviendas
rústicas en los alrededores de los talleres de la maestranza.
Los espacios donde se encuentra actualmente la
iglesia San Antonio y la plaza del mismo nombre estaban cubiertas por abundante
vegetación y un pequeño sendero a través del monte unía la estación central con
las viviendas de los empleados. El único espacio abierto que existía en aquel
tiempo y, que actualmente se conserva, es el campo deportivo para la práctica
del futbol.
Definitivamente la línea férrea como punto de
referencia para el avance y expansión de
la mancha urbana hacia la ocupación de la serranía, ha jugado un rol muy
decisivo. Del mismo modo como en el caso anterior el barrio 3
de Mayo se ha expandido rápidamente
cuesta arriba de las laderas de la serranía y, que esa codicia puede continuar
ya que aparentemente es un negocio lucrativo para loteadores y otros, sin medir
las consecuencias futuras, inclusive hasta ubicarse en la vera derecha de la cuenca media del río
Uraciviquia.
·
No podemos
decir menos de lo que sucede con el barrio San
José Obrero comprendido entre los ríos Uraciviquia y San Luis: avance
inexorable a ocupar las fuertes pendientes de la indefensa serranía y la
principal angurria será aproximarse más y más al chorro de San Luis que puede
ser una mercancía muy lucrativa para los traficantes de terreno.
EL HUMEDAL DE ALTAMIRA
Se entiende por humedal a un ecosistema caracterizado por la presencia de
agua en forma de pantanos y con abundante vegetación acuática que recibe un
aporte hídrico, lo acumula y luego cede en forma lenta a otro curso de agua.
Son de mucha importancia por el tipo de vegetación que contienen como alimento
forrajero y como fuente de aguas subterráneas.
Antiguamente los humedales eran drenados
por ser considerados una simple inundación de los terrenos, pero hoy en día se
sabe que los humedales representan un gran ecosistema y se los valora más. El
carácter distintivo de los humedales está en la escasa profundidad del nivel freático,
con la consecuente alteración del régimen del suelo. La vegetación
específicamente adaptada a estas condiciones se denomina hidrófita.
En épocas pasadas en
Roboré el lugar conocido como Altamira
era sinónimo de terreno permanentemente inundado con abundante vegetación
acuática; algunos sectores impedían el libre tránsito entre el pueblo y algunos
vecinos que habitaban la otra banda y, para alcanzar la otra orilla se
utilizaban tablones de madera como puente de acceso.
La ruta al aeropuerto se
la hacía por la calle que conectaba el pueblo con el cementerio antiguo
salvando las aguas de Altamira a través de una alcantarilla de tubo corrugado
que permitía llegar, tanto al campo santo como a la terminal aeroportuaria. Hoy
la ruta al aeródromo es más directa.
La humedad expandida hacia
la margen que da hacia el pueblo permitía el crecimiento de una verdadera
cubierta cespitosa de gramíneas, lugar donde se habilitó el primer campo
deportivo para prácticas de futbol. Todavía recuerdo cuando niño haber
presenciado algunos encuentros realizados en el lugar entre equipos de jóvenes
entusiastas.
Actualmente esa situación cambió
totalmente y el humedal de Altamira ha sido drenado para habilitar espacios
urbanizados desconociendo que los humedales representan un gran ecosistema
donde la función principal del mismo, fuera de ser un gran ecosistema, se trata
de un significativo hábitat para muchos seres vivo, ya que los humedales actúan
como filtradores naturales de agua, esto se debe a que sus plantas hidrófitas, gracias a sus tejidos, almacenan y liberan agua,
y de esta forma hacen un proceso de filtración.
El humedal de Altamira, de acuerdo a la
imagen satelital, recibe aguas de una pequeña quebrada cuya cabecera se halla
en la serranía de Roboré cubierta por un
interesante bosque de galería y, que al encontrar el terraplén de la línea
férrea, aparentemente se insume o lo traspasa por medio de alcantarilla
situación que parece lo correcto; sin embargo, algo de ese caudal,
particularmente en época de crecidas por insuficiencia del canal de desagüe, fuese
desviado siguiendo la gradiente del terreno y paralelo al terraplén de la vía
férrea hacia el Naciente, en dirección
al río Roboré.
Por la canalización ejecutada del curso de la
corriente, el cuerpo de agua del humedal de Altamira disminuyó cuantiosamente y
ya no es el de épocas pasadas como se relató líneas arriba, lo que ha permitido
ampliar los planes de urbanización y facilitar algunos accesos a otros espacios.
No obstante esa nueva situación, las zonas de humedad observadas en la
fotografía de satélite están definiendo la trayectoria del curso de agua que
baja de las alturas y que afectan a muchos bloques (cuadras, manzanos) del
diseño urbanístico de la ciudad mostrando espacios vacíos sin edificaciones; lo
que significa que en temporada de lluvias esos espacios son anegados y que en
período de aguas bajas tienen el nivel freático de aguas subterráneas alto, muy
cerca a la superficie, que dificultan la
construcción de inmuebles.
Finalmente, tanto en el pasado como hoy la
escorrentía del río de Altamira cede su caudal al río San Manuel después de un
largo recorrido de norte a sur apegado a la parte occidental de la ciudad.
Conclusión:
tanto el humedal del río San Manuel como el de Altamira son los acuíferos de
aguas subterráneas más importantes que tiene Roboré y la explotación de ese
recurso hídrico será la solución en un futuro inmediato para ampliar el caudal de
la distribución del líquido elemento a sus habitantes conforme crezca la
población.
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